Las operaciones de un almacén relacionadas con la manipulación de mercancías son de las más complejas de coordinar y gestionar. Tanto si se trata de una empresa grande como de una pequeña o mediana, las entradas y salidas de mercancías representan un flujo constante que, si no se controla adecuadamente, puede ocasionar varios problemas como: retrasos en la entrega de productos, aumento de los costes logísticos, insatisfacción de los clientes y reclamaciones. Veamos en detalle en qué consisten la entrada y descarga de mercancías.
¿Qué es la entrada de mercancías?
En el contexto de una cadena logística, la recepción de mercancías se refiere a la fase operativa relacionada con la entrada de los flujos de mercancías en el almacén. Si se aplican las estrategias adecuadas, la recepción de mercancías permite optimizar los costes operativos y evitar los cuellos de botella. En cambio, cuando esta fase se realiza de forma incorrecta, pueden surgir una serie de inconvenientes críticos en la gestión del inventario del almacén y en las fases operativas, que pueden incluso poner en peligro la productividad de la planta.
La entrada de mercancías va más allá de la simple llegada de las entregas por parte de los proveedores; por el contrario, abarca al menos cuatro grupos de actividades que deben conocerse con el fin de mejorar todo el proceso.
Actividades asociadas a la entrada de mercancías
1. Planificación e información
La planificación de la llegada de las mercancías es crucial para evitar un «cuello de botella» en los muelles de carga. La recepción de mercancías debe coordinarse con el resto de los procesos de la cadena de suministro, especialmente cuando se aplica el cross docking. Una buena comunicación entre transportistas, proveedores y distribuidores agiliza el trabajo, evita cuellos de botella y proporciona a los operarios información útil sobre los paquetes antes de que lleguen los camiones.
2. Gestión de los muelles de carga y descarga
Los muelles de carga son las zonas donde se descargan las mercancías de los camiones. Desde aquí la mercancía se traslada a las zonas de recepción y consolidación, o directamente a las estanterías.
3. Control de calidad
Una vez recibidas las entregas, se pasa a la fase de control. En primer lugar, se comparan las listas para comprobar que coinciden en cantidad, modelo y características. En segundo lugar, se comprueba que el embalaje está en perfecto estado y, según el tipo de unidad de carga, se valora una inspección más detallada.
4. Etiquetado, consolidación y almacenamiento
Durante la fase de recepción de las mercancías, es esencial registrar toda la información para garantizar la trazabilidad de cada referencia. El etiquetado es esencial tanto en los almacenes tradicionales como en los que cuentan con un SGA (Sistema de Gestión de Almacén). Las mercancías que se reciben deben ser identificadas y clasificadas según sus características.
Cómo gestionar la entrada y descarga de mercancías
La fase de entrada y descarga de mercancías es un proceso crucial para cualquier empresa. Si bien es correcto moverse en función de los objetivos de la empresa, no hay que olvidar la complejidad de un proceso que es el resultado del trabajo simultáneo de personas, máquinas y software.
Por esta razón, si buscas soluciones tecnológicas para mejorar tu logística, deja que en FR Logísticos te asesoremos sobre las soluciones más adecuadas para tu almacén.